Reflexión sobre Timoteo y Epafrodito en Filipenses 2:19-30
Desde que el internet se volvió tan popular y permite la difusión de todo tipo de ideas (ya sean verdaderas o falsas), también se ha vuelto el canal para la promoción de la nuestra persona, o al menos lo que queremos vender de ella, es sumamente fácil crear una persona por redes sociales que muestre nuestras “grandes” virtudes, mientras intentamos extirpar nuestros grandes defectos.
Esta obsesión con la imagen y la aceptación a muchos lleva por diferentes caminos, algunos de nosotros estarían dispuesto a hacer lo imposible por un poco de atención y aceptación, aunque luego de obtenida actuemos como el niño que se cansa del nuevo juguete. Dentro de estos caminos verosímiles Seguir leyendo «¿Líder? palabra rara»