Estudio del Espíritu Santo (Raul Ferrero)

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Él os guiará a toda la verdad 
Un estudio sencillo sobre el
Espíritu Santo
 

 
Temática de estudio
  1.  ¿Qué es? ¿Quién es? ¿Dónde está?
  2. El Espíritu Santo en la Inspiración y legado de las Escrituras.
  3. El Espíritu Santo en la Salvación
  4. El Espíritu Santo de la Promesa (Jn.14,15,16, Hch.2, Ef.1)
  5. El Espíritu Santo y la santificación (Romanos 6 al 8)
  6. El Espíritu de la Libertad, el fruto y la madurez (Gal.4 al 5)
  7. La Unción y el Bautismo del Espíritu Santo
  8. El Espíritu Santo, sus dones y sus ministerios
  9. Diversas funciones y obras del Espíritu Santo en nosotros.
 
  1.  ¿Qué es? ¿Quién es? ¿Dónde está? ¿Cuáles son sus Nombres o identificaciones?
Hoy, como antes, algunos dicen: “ ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo” (Hechos 19:2). Otros lo mencionan a cada momento y lo hacen partícipe y ejecutor aún de las más extravagantes manifestaciones.
 
¿Y nosotros qué sabemos del Espíritu Santo?
 
¿Cómo influye eso en nuestras vidas?
 
Desde Génesis 1:2 hasta Ap.22:17 toma participación en las Escrituras. Eso no es poco.
 
¿Qué es? O mejor comencemos considerando Qué No es:
No es simplemente un Poder, aunque tiene poder.
No es una energía aunque tiene energía y poder.
No es una emanación de Dios o de su poder, aunque es enviado de Dios.
No es una influencia, aunque ejerce influencia.
No es una fuerza activa de Dios.  Dios mismo es Espíritu (Jn.4:24)
 
Entonces, es una Persona.  ¿Y cómo sabemos eso?
Porque tiene atributos, características o capacidades propias de una persona:
  1.  Conoce, enseña – 1 Co.2:10-13, Ro.8:27.
  2. Puede ser entristecido – Ef.4:30
  3. Distribuye dones como él quiere – 1 Co.12:11
  4. Dirige misioneros – Hechos 13:2-4 – hechos 16:6-11
  5. Convence y hace recordar – Jn.16:8,14 – 14:26
  6. Se le puede mentir – Hechos 5:3
  7. Se le puede resistir – Hechos 7:51
  8. Se le puede afrentar – Hebreos 10:29
  9. Los Apóstoles lo involucraron como persona – Hechos 15:28
  10. Lo mencionó Cristo como otra persona Jn.14:16-17 – 16:14
  11. Se lo menciona como persona junto al Padre y junto al Hijo.        
2 Co.13:14 – Isaías 48:12-16 – Isaías 6 –
  1. Lo identifican pronombres masculinos. La palabra Espíritu es neutra en griego, sin embargo se lo indica con pronombre masculino “El”.  Jn.16:13-14-17.  Como “Él” quiere – 1 Corintios 12:11 –
 
Entonces, es una persona, pero…, además es Dios
¿Cómo podemos estar seguros de eso?
  1. Sus Nombres lo identifican e involucran en la Trinidad
Espíritu de Jesucristo – Fil.1:19
Espíritu de Dios – Gn.1:2 – Mt.12:28
Mi Espíritu – Zac.4:6
  1. Sus Nombres lo distinguen con el carácter de Dios
Espíritu de verdad – Jn.14:17
Espíritu Santo – Mt.28:19
Espíritu de Vida en Cristo – Ro.8:2
Espíritu de Adopción – Ro.8:15
  1. Sus atributos le pertenecen sólo a Dios.
Omnisciencia – Is.40:13-14
Omnipresencia – Sal.139
  1. Sus obras comprueban que es Dios
Participó en la Creación – (Gn.1:2)
Engendró al Mesías – Lc.1:35 – Mt.1:18-20.
Estuvo en y con el Señor haciendo sus poderosas obras milagrosas (Isaías 42:1, 61:1) (Mateo 12:28).
Inspiró las Escrituras – 2 Pedro 1:21
 
¿Y dónde está el Espíritu Santo?
            Es Omnipresente – Salmo 139 –
            Tiene morada fija en la Iglesia, Templo del Espíritu Santo – 1 Cor.3:16
            Tiene morada fija en cada creyente, Templo del Espíritu Santo.
1 Co.6:19-20
 
¿Y desde cuándo mora en el creyente?
¿Desde el nacimiento?
¿Por haber nacido en hogar de cristianos o en la iglesia?
¿Desde cuándo y cómo?
Efesios 1:13-14 nos dice que:
            Habiendo oído la Palabra de verdad, el Evangelio
            Y habiendo creído en Él,
            Entonces, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.
¿Ha oído usted el Evangelio de Salvación en Cristo?
¿Le ha creído a Dios? ¿Ha creído a su anuncio?
 
2– El Espíritu Santo en la Inspiración y legado de las Escrituras.
La Biblia declara siempre de sí misma que es la inspirada Palabra de Dios y que sus escritores fueron guiados por el Espíritu Santo.
2 Timoteo 3:16-17
2 Pedro 1:19-20
Lucas 24:44.  Las Escrituras del Antiguo Testamento hablaban de Cristo:
            La Ley
                        Contiene Promesas
                        Contiene Profecías
                        Contiene Fiestas de Jehová
                        Contiene El Tabernáculo
            Los Profetas
            Los Salmos
Mateo 22.41-45.  David escribió guiado por el Espíritu Santo.
Hebreos 3:7 dice que en el Salmo 95 habló el Espíritu Santo.
Hebreos 9:8 dice que por el Tabernáculo el Espíritu Santo daba a conocer cierto mensaje.
Hebreos 10:15-17 dice que en Jeremías 31 hablaba el Espíritu Santo.
En Hechos 1:16-20 Pedro dice que el Espíritu Santo habló por boca de David, haciendo referencias al rechazo del Mesías escrito en Salmos 31, 41, 69 y 109.
En Hechos 28:25 dice que el Espíritu Santo habló por la profecía de Isaías.
En Romanos 3:2 dice que a los judíos les fue confiado los oráculos de Dios. Los judíos no sólo escribieron y preservaron las Escrituras del Antiguo Testamento, sino que también escribieron los libros y epístolas del Nuevo Testamento.
En 2 Samuel 23:1-7, en las últimas palabras del rey David, él mismo atestigua haber creído que el Espíritu de Jehová había hablado mediante él.
 
Años de estudio bíblico atestiguan que los libros de la Biblia tienen una asombrosa armonía en sus conceptos y profecías. Se complementan y no se contradicen, encajan como piezas de un rompecabezas, sin excluirse. Y eso solo puede deberse a que alguien superior a los escritores debe haberles guiado, así como ellos mismos lo atestiguan.
 
La Biblia es la inspirada Palabra de Dios, escrita por fieles hombres guiados por el Espíritu de Dios. Y al ser Palabra de Dios es absolutamente Útil:
            2 Timoteo 3:16-17
                        Para enseñar
                        Para redargüir
                        Para corregir
                        Para instruir en justicia
                        Para perfeccionar al hombre de Dios
 
Dios tomó a Moisés y utilizándole escribió, en hebreo y en el desierto, una nueva revelación de su Persona y propósito, La Ley, asombrosamente exenta de la idolatría y mitología egipcia.  Fue Palabra que vino desde fuera de Egipto y desde lo alto.
 
Dios tomó a Daniel y escribió en arameo un conjunto de conceptos y profecías absolutamente exentos del paganismo babilónico.
 
Dios tomó a los apóstoles y los utilizó para escribir en griego un conjunto de libros y epístolas exentas de la mitología y la filosofía griega, al lado de la colección de dioses romanos sin contaminarse con ellos.
 
Uno toma una buena traducción en castellano de la Ley, los profetas, los Salmos y el Nuevo Testamento, y al estudiarlos se da cuenta que no puede ser mera obra de hombres, los escritores deben haber sido guiados por alguien superior que conociese los idiomas y que tuvo la capacidad de estar con cada uno de ellos en los diferentes siglos y civilizaciones.  El más indicado para esa tarea es el Espíritu de Dios, y tanto más cuando los escritores mismos lo aseguran. Estos textos son “Sabiduría de Dios” que Él predestinó para nosotros antes de los siglos y que Dios nos la reveló a nosotros por el Espíritu (1 Corintios 2:6-16).
 
La Profecía Bíblica convertida en historia, es decir, cumplida exactamente, es una de las evidencias de la existencia y fidelidad del Dios de La Biblia (Isaías 44).
 
Todo texto importante tiene sellos o signos de autenticidad.  Aun el dinero, en los billetes de papel tiene sellos de agua y marcas especiales que los distinguen y autentican. Por los cuales no queda duda de su valor y de su legitimidad. 
Al respecto, un simple ejemplo entre muchos que podemos dar de algo que delinea el trazo de Dios en las Escrituras y le pone su firma de autenticidad, es el número 7.
 
Cuando Dios creó todo lo que existe, también creó la semana, trabajó 6 días y descansó el séptimo.  Allí apareció el número 7 por primera vez.
Génesis 4:15.  7 veces sería castigado el que matare a Caín
Génesis 4:24.  Lamec, 70 veces 7
Génesis 29:27-28. Semana de años
Levítico 25:4. El séptimo año debía descansar la tierra
Levítico 25:8-10. 7 semanas de años, y el año 50 Jubileo
 
La semana de días y la semana de años son 2 módulos de tiempo con los cuales Dios iba a configurar muchos de sus anuncios proféticos y el trazo del cumplimiento de sus planes.
 
Levítico 23:1-3. Semana de 7 días, 6 de trabajo y uno de descanso.
Levítico 23:4-44.  7 Fiestas solemnes de Jehová que marcaban y marcarían la obra del Mesías y sus 2 venidas del Mesías a Jerusalén.
  1. Pascua
  2. Panes sin levadura
  3. Primicias
  4. Pentecostés
  5. Trompetas
  6. Expiación
  7. Tabernáculos
2 Crónicas 36:21.  70 años de reposo para la tierra de Israel.
Daniel 9:24-27.  70 semanas de años.  Plazo establecido por Dios para marcar las 2 venidas del Mesías a Jerusalén.
Si Dios tiene tantos años de Paciencia y espera para instaurar su Reino, yo también debo perdonar 70 veces 7.
Hay 7 parábolas del Reino en Mateo 13.
Hay 7 cartas a las iglesias en Apocalipsis 2 y 3.
Y en Apocalipsis tenemos:
            7 Espíritus
            7 estrellas
            7 candeleros
            7 ángeles
            7 iglesias
7 sellos
7 trompetas
7 truenos
7 copas
7 lámparas
7 ojos
7 cuernos
La misma mano de Dios que comenzó en el Génesis con la creación, pasa por toda las Escrituras dejando su trazo y sus marcas, y cierra en el Apocalipsis completando toda su revelación. Y eso va más allá de lo que hubiesen podido planificar cada uno de los escritores individualmente. 
 
Además, el inmenso caudal de profecías cumplidas de manera asombrosa y exacta, y la gran cantidad de profecías que esperan su cumplimiento en la Iglesia, el Medio Oriente y el mundo entero, para lo cual el escenario se prepara, demuestran que esto es imposible que sea ocurrencia humana.
 
Sin dudas alguien por encima de los escritores humanos les guió a escribir de manera que se complementasen sin contradecirse, en temas tan complicados y extensos, y esa persona solo puede ser el Espíritu de Dios.
 
3–  El Espíritu Santo en la Salvación
Dios planeó la salvación desde antes de la fundación del mundo, sabiendo que el hombre caería en pecado y que necesitaría el Salvador.  De modo que el plan de Salvación y su ejecución, y la posterior comunicación del mensaje de salvación y todos sus beneficios a futuro, son una inmensa obra a través de los siglos que llevan adelante las 3 personas de la Deidad.
 
El Espíritu Santo estaría sobre el Mesías en su primera venida (Isaías 42 y 61, Mateo 12)
El Espíritu Santo estará sobre el Mesías cuando regrese a reinar (Isaías 11)
El Espíritu Santo vino sobre el Señor al momento de su bautismo (Mateo 3)
El Señor se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, mediante el Espíritu Eterno (Hebreos 9:14)
El Espíritu Santo tiene un rol importantísimo en la salvación de las personas (Lucas 15, Romanos 8, Gálatas 4)
 
Ahora bien, es muy importante que tengamos en claro la participación del Espíritu Santo “en el proceso de la comunicación del Evangelio y la Salvación del ser humano”, a fin de no confundirnos ni sembrar confusión en los que nos oyen predicar y enseñar al respecto. Veamos 7 acciones que bíblicamente se le adjudican al Espíritu Santo en el proceso de salvación de personas.
 
  1. El Espíritu Santo asiste, fortalece y guía al comunicador del Evangelio.
Todo aquel que pretenda levantarse para anunciar el Evangelio experimentará que su carne se niega, que el mundo lo rechaza, y que el diablo se opone y resiste.  No podemos hacerlo solos.
Pero acorde a la promesa del Señor, el Espíritu Santo nos asiste para hacer la tarea con eficacia.  Nos fortalece en nuestro interior para poder denunciar el pecado y anunciar el perdón, nos recuerda oportunamente los adecuados versículos e ilustraciones y nos entusiasma para llevarlo a cabo.
Jn.14:26; Jn.16:13-14; Miq.3:8
 
2-  El Espíritu Santo Convence al pecador perdido.
Jn.16:8-11; Rom.1:17, 3:9, 3:19; Miq.3:8
Convence al pecador perdido de pecado, de justicia y de juicio. Esta es una tarea interior, profunda y casi insondable para nosotros los seres humanos.
 
No obstante, el comunicador del Evangelio no permanece al margen del proceso, sino más bien es utilizado por Dios en el proceso.  Por eso Pablo insiste para con su discípulo diciéndole: redarguye, reprende, con toda paciencia y doctrina (2 Tim.4:2).  Por eso Pablo predicó con poder en Corinto (1 Cor.1:18-2:5), redarguyendo personas; y su persuasión fue, por un lado, medio para la conversión de muchos, y por otro, motivo de gran reacción pública en su contra (Hch.18:13) (lo mismo sucedió en Éfeso – Hch.19:8 y 26 -).
 
Lleno del Espíritu de Dios, el predicador tendrá poder para denunciar la pecaminosidad de las personas y persuadirlos para arrepentimiento. El proceso se acentúa en eficacia con aquellos que tienen el don evangelista.
 
Ligado a este ministerio de convencer de pecado, el Espíritu Santo lleva adelante también, toda una tarea de contender contra el pecado de los hombres, restringir la pecaminosidad en el mundo, ponerle barrera. De no hacer este trabajo el Espíritu Santo, la humanidad se corrompería, se pervertiría en poco tiempo y se autodestruiría. De modo que:
            El Espíritu de Dios contiende con los hombres – Génesis 6:3 – Isaías 57:16 –
            El Espíritu Santo restringe, detiene el avance del mal en el mundo.
            2 Tesalonicenses 2:6-8.
 
3-  El Espíritu Santo Comunica a Cristo como protagonista del Evangelio, como Autor de la Salvación.  Hch.4:12; Rom.1:9, 1 Corintios 1 y 2.
El Espíritu Santo no está presente en el contenido del mensaje del Evangelio. El mensaje del Evangelio se centraliza en la Segunda Persona de la Trinidad, que se hizo hombre, murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó.  En beneficio de la claridad del mensaje y procurando la buena comprensión del oyente, jamás se debería mencionar al Espíritu Santo en la predicación del Evangelio.
 
Cuando Pedro aseguró que no hay otro Nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos, fue rotundo en declarar que en ningún otro hay salvación, ni siquiera en el Espíritu Santo.
 
El Espíritu Santo en realidad anuncia Salvación por la obra consumada del Hijo de Dios.
 
4-  El Espíritu Santo regenera al pecador que da el paso de Fe aceptando al Salvador.
Los versículos siguientes establecen de manera contundente que la Regeneración del pecador se produce por obra de la Palabra de Dios, el Evangelio, y el poder interviniente del Espíritu de Dios.
Jn.3:5; Tito 3:5; Stgo.1:18; 1 P.1:23-25.
 
Una vez que el pecador entiende el contenido del Evangelio, lo cree, y recibe por la fe al Salvador, al momento el Espíritu de Dios lo hace una nueva criatura, lo regenera, lo hace un hijo de Dios.
 
5-  El Espíritu Santo sella a la persona al momento de creer.
Ef.1:13-14.  Ese Sello, que es su misma Persona, su misma Presencia, es una marca de Autenticidad, de Pertenencia y de Seguridad.
 
6-  El Espíritu Santo  bautiza a la persona al momento de creer.
Jn.7:37-39; 1 Co.12:13.  Todos los creyentes fuimos bautizados en un cuerpo (y a cada creyente le dio dones y lo ubicó en un ámbito congregacional)
 
Y a todos se os dio a beber «Ríos de agua viva» en nuestro interior (El Espíritu Santo se ocupa  del gozo interior del creyente). 
 
7-  El Espíritu Santo mora para siempre en el creyente.
Jn14:16.  «Para siempre», como “Paracleto”, es decir consejero, guía, exhortador y motivador.  El Espíritu Santo ha hecho morada en el creyente, el cual es ahora Templo del Espíritu Santo.  De acuerdo a la promesa del Señor, eso será para siempre, nada lo podrá alterar ni Dios lo va a cambiar.
 
Ahora Dios quiere utilizar al nuevo creyente para alcanzar a otros para Cristo, para poner en marcha otra vez ese ciclo de acción, comenzando con el punto 1.
 
4–  El Espíritu Santo de la Promesa (Jn.14,15,16, Hch.2, Ef.1)
A sus 11 discípulos más cercanos, a quienes llamó Apóstoles, el Señor Jesucristo dio grandes promesas en aquella noche de la última cena, la noche en que sería traicionado por Judas.  Queda claro que aquellas promesas serían extensivas a todos los que creyeren por la palabra de ellos (Juan 17:20-24).
 
El Señor les prometió regresar, les aseguró su paz, su consejo y su guía.  En medio de sus cuidados y consuelos, les aseguró que no los dejaría solos, no los dejaría huérfanos; iba a enviarles otro Paracleto, otra persona de su misma esencia y capacidad para que estuviese con ellos y con nosotros para siempre.
 
Juan 14:16, 17, 26
Yo rogaré al Padre   
El Padre les enviará.
            Otro Paracleto
            Para que esté con vosotros para siempre
El Espíritu Santo
            El Padre lo enviará en Mi Nombre
            Les enseñará todas las cosas
            Les recordará todo lo que yo les dije (Jn.2:22)
 
Juan 15:26-27
            Yo se los enviaré del Padre
            El Espíritu de Verdad
            Procede del Padre
            El dará testimonio de mí
            Cuando venga el Paracleto, vosotros daréis testimonio también
 
Juan 16:1-15
            Testimonio y vivencias en medio de oposición
            Les conviene que yo me vaya
            Os lo enviaré
            Convencerá al mundo
                        De pecado
                        De justicia
                        Y de juicio
         Os guiará a toda la verdad
            Hablará de lo que oyere (1 Co.2:10-12)
            Os hará saber las cosas que habrán de venir
El me glorificará.  Tomará de lo mío y os lo hará saber.  Glorifica al Hijo en un proceso de comunicación de su Persona, en darlo a conocer.
 
Hechos 1:4-5
            Esperen la promesa del Padre, la cual oísteis de mí.
            Seréis bautizados con el Espíritu Santo
Cuando el Señor mencionó “la promesa del Padre” entendemos que se refería al anuncio del Nuevo Pacto en Ezequiel 36:27, donde dice: “pondré dentro de vosotros mi Espíritu”. (“estará en vosotros” Jn.14:17)
 
Hechos 2:1-4
            Día de Pentecostés (Fiesta judía – 50 días)
Viento recio del cielo
Lenguas de fuego sobre cada una de sus cabezas
            Fueron todos (como 120) llenos del Espíritu Santo        
Comenzaron espontáneamente a hablar otros lenguajes
            Según la obra específica del Espíritu Santo en cada uno
 
Hechos 2:33
            Habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo
            Ha derramado esto que vosotros veis y oís
 
Hechos 10:44-48
 
Hechos 11:14-18
 
Efesios 1:13-14 – desde entonces y hasta ahora
            En Él también vosotros (no sólo los judíos)
Habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación
            Y habiendo creído en Él
            Fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa
            Arras de nuestra herencia   
            Hasta la final redención de lo ya adquirido por Dios
Para alabanza de su Gloria.
 
De modo que ningún obispo puede transmitir el Espíritu de Dios, ningún ungido, ningún pastor, nadie que se haga llamar apóstol, en definitiva, ningún ser humano puede comunicar el Espíritu Santo a otro. Dios da el Espíritu Santo (Romanos 5:5) a todo creyente en Cristo, fue promesa del Señor.
 
¿Has recibido a Cristo como Salvador? Si lo has hecho genuinamente, tienes el Espíritu de Dios, porque el Señor lo prometió y porque Dios lo da.
“el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que nos fue dado.”          Romanos 5:5
¿Percibes el Amor de Dios en tu vida?
 
5 –  El Espíritu Santo y la santificación del creyente (Romanos 6 al 8)
El Espíritu Santo no sólo trabaja para hacerle llegar el Evangelio a cada ser humano y redargüirle de pecado.  Tampoco se detiene su labor regenerando y bautizándole al momento de creer. El Espíritu Santo además santifica al nuevo convertido y lo lleva a ser un siervo de Dios y de su justicia.
 
Romanos 6
El creyente, ahora es libre de la esclavitud al pecado, para decidir ser siervo de Dios y de su justicia, y procurar el fruto de la santificación.
 
Romanos 7
El creyente ahora es libre de la Ley para ser de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de llevar fruto para Dios, bajo el régimen nuevo del Espíritu.
 
 Romanos 8
La Ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús me ha librado de la Ley del pecado y de la muerte.  Ahora el Espíritu Santo cumple varios ministerios en la vida del creyente ayudándole en la vida como verdadero Paracleto, a fin de hacer la voluntad de Dios.  Además esperamos la Redención de nuestros cuerpos y la Libertad gloriosa y final de los hijos de Dios. Lo hacemos con esperanza, con paciencia lo aguardamos, y con absoluta seguridad en Aquel que nos amó.
 
La Voluntad de Dios para nuestras vidas es nuestra santificación, y el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo (1 Tesalonicenses 4:1-8).
 
6 –  El Espíritu de la Libertad, el fruto y la madurez (Gal.4 al 5)
El Señor Jesucristo en determinado momento les dijo a sus seguidores. “y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. (Juan 8:30-47)
 
¿Esclavos de qué o de quién éramos? 
Éramos esclavos del pecado (Jn.8:34 – Ro.6:16-18)
 
¿Qué o quién es la verdad?
            Yo soy la verdad – Jn.14:6
            Tu Palabra es verdad – ­Jn.17:17
 
¿De qué libertad se trata?
Se trata de ser libre del pecado para estar en condiciones de hacer lo que debo hacer, y no lo que quisiera hacer.
Romanos 6:16-18
Romanos 6:20
Romanos 6:22
Romanos 8:2
Romanos 8:18-21
 
Y si vamos a la epístola a los Gálatas nos encontramos con el Espíritu de la libertad, el fruto espiritual y la madurez espiritual.
Gálatas 5:1
Gálatas 5:13-14
Gálatas 5:16-17
1 Pedro 2:11, 16
Debo permanecer firme en la libertad de Cristo
No debo usar mi libertad como ocasión para la carne
            Debo servir por amor, a Dios y a los hermanos
            Debo entender mi lucha interior
Debo mantener en mente que el Espíritu Santo vino a mí para litigar, luchar contra mi carne, y guiarme a lo que es mejor para mi vida.
El Espíritu Santo genera en mí su fruto, el cual tiene 9 componentes:
                                    Amor, Gozo, Paz (especialmente relacionado con Dios)
                                    Paciencia, Benignidad, Bondad, (con el prójimo)
Fe, Mansedumbre, Templanza (conmigo mismo, en mi interior)
 
¿Cómo he de responder al Dios de toda Gracia?
¿Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo?
 
Identifica la esclavitud verdadera
Identifica el Libertador (2 Corintios 3:17)
Identifica la libertad verdadera, y permanece en ella.
Permite y procura que el Espíritu produzca su fruto de madurez en tu vida. Lleva tiempo fructificar fruto maduro. Pídeselo a Dios en oración, examina que no haya nada que lo impida, espera que él lo haga.
 
7 – El Bautismo y la Unción del Espíritu Santo
Bautizar significa “sumergir”. “Estar bautizado” es estar ahora inmerso en otro cuerpo.
 
El primero en hablar de bautizar en Espíritu Santo fue Juan el bautista.
 
Mateo 3:11
            El que viene tras mí
            Es más poderoso que yo
            Él os bautizará (el agente que bautiza aquí es el Señor Jesucristo)
                        En Espíritu Santo (salvos por el Nuevo Pacto)
                        Y en fuego (Zacarías 13:8-9) (judíos en la tribulación)
 
Hechos 1:4-5
El Señor les dijo a aquellos discípulos judíos que se quedaran en Jerusalén, les aseguró que dentro de pocos días iban a ser bautizados con el Espíritu Santo. Se cumplió en la fiesta judía de Pentecostés de Hechos 2.
 
Hechos 11:15-18
El apóstol Pedro cuenta cómo en la casa de Cornelio, en Hechos 10, cuando aquellos gentiles creyeron en Cristo, fueron bautizados con el Espíritu Santo.
 
1 Corintios 12:13
“Por” un solo y único Espíritu. El agente que bautiza aquí es el Espíritu de Dios.
Fuimos.  Algo que sucedió en el pasado.
Todos. Algo que aconteció en todos los creyentes.
Bautizados “en”.  Un cuerpo.  Ese es el cuerpo de Cristo, la iglesia.  
Y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.  Esa es obra del Espíritu en el interior de cada creyente, sacia nuestra sed espiritual, y produce ríos de agua viva, ríos de gozo espiritual en nuestro interior.
(Jn.4:14) (Jn.7:37-39)
Esto sucede al momento de depositar nuestra Fe en Cristo (Efesios 1:13-14) y no está en estos tiempos acompañado de experiencias sobrenaturales externas. La vida del que cree es transformada por el Espíritu desde adentro de su ser.
 
La Unción es “Crismas” en griego. La unción era el aceite santo que santificaba cosas o personas para el servicio exclusivo a Dios. (Éxodo 40:9-15).
 
En la antigüedad se ungían personas. Se ungían para sus funciones al profeta, al sacerdote y al rey.
 
Cristo fue ungido (Lucas 4:18, Hechos 4:27, Hebreos 1:9).
 
Aquel aceite especial era figura de la Persona del Espíritu Santo de Dios, la Unción del Santo.
 
1 Juan 2:20-27 (aquí aparece 3 veces la palabra “Unción”)
            Ya tenemos la Unción.
            Permanece en nosotros (de acuerdo a lo prometido por el Señor)
            Nos enseña todas las cosas (de acuerdo a lo dicho por el Señor)
            Nos enseña a permanecer en Él (como el Señor enseñó en Juan 15).
 
2 Corintios 1:21-22
El que nos ungió es Dios (algo consumado en el pasado, y algo que sólo puede hacer Dios).
Nos selló
Nos dio las Arras del Espíritu en nuestros corazones.
 
De modo que, la Unción siempre aparece en las Escrituras como algo que ya fue hecho en nosotros los creyentes, Dios “nos ungió”.
La Unción es “La Unción del Santo”, o de parte del Santo, de parte del Señor, el Santo de Israel.
 
Dios nos ungió, por tanto, ningún ser humano puede darnos o tirarnos la Unción.  Además, Juan el Bautista reconoció que ni él mismo podía bautizar en Espíritu, sólo el Señor tenía el poder y la autoridad.
 
Recuerde, la Unción es la Persona del Espíritu Santo.
 
¿Quién pues puede ciertamente dar la Unción o tirar la Unción?  ¿O quién puede tirar doble o triple porción?
 
¿Qué haremos con aquellos que dicen hacer estas cosas? …
 
Según los textos que leímos, la Unción está relacionada con la enseñanza y el permanecer. No está relacionada con el poder para hacer milagros o portentos.
 
En Hechos 1:8, el Señor dijo: “recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra”. Ese poder, “esa unción sobre nosotros”, nos capacita para ser testigos del Señor.
 
La Unción no se pide, no se busca, y no la pueda dar ni tirar ningún hombre. La Unción, la Persona del Espíritu Santo, se recibe cuando recibimos a Cristo como Salvador personal.  Y luego permanece en nosotros, no se retira ni se repite la experiencia.
 
La comunión con el Señor, a lo cual el Espíritu nos conduce siempre, nos aviva espiritualmente, produce un avivamiento espiritual en nosotros. Y esto tiene que ver más bien con el concepto de llenura del Espíritu Santo.
 
8 –  El Espíritu Santo, sus dones y sus ministerios
La distribución de  los dones es una obra de profundo conocimiento espiritual de la iglesia y sus miembros.  Hablamos por supuesto del tremendo conocimiento que Dios tiene, el cual nos deja llenos de asombro (Sal.139:1-6).
 
Dicha distribución de dones es una tarea sumamente extensa, pues abarca el pasado, el presente y el futuro de los planes de Dios; y es extremadamente delicada pues involucra a millones de seres humanos sin desestimar ni siquiera uno.  De manera que en esa distribución está involucrada cada una de las personas de la Trinidad.
 
Dios repartió funciones a cada uno de sus hijos, y una medida de fe para que cada uno ejerza  sus capacidades espirituales en particular.  (Ro.12:3 y 6)
 
Al leer 1 Corintios 12:4-6    entendemos que:
 
El Espíritu de Dios nos ha dado Dones (Jarismaton).  Podemos hacer una lista de 18 capacidades especiales, aunque algunos hoy no están vigentes u operativos.
 
El Señor , Cabeza de la iglesia, nos da diferentes ministerios (Diaconías), formas de servicios y posibilidades diferentes en que cada uno puede involucrarse.
 
Dios nos concede diferentes operaciones (Energématon), es decir, dentro de las características de un mismo don, diferentes estilos, alcances y campos de acción.
 
Dios planeó diversidad de actividades y habilidades para la unidad y el crecimiento del cuerpo. En Ef. 4:1-16  (en especial 4:3, 7 y 11), observamos que el Señor Dios busca la unidad del cuerpo, pero nos capacitó para la diversidad y la actividad propia de cada miembro.
 
Dios distribuye los dones en diversidad, con creatividad, para actividad individual y edificar en unidad. 
 
Dones Fundacionales de la Iglesia: Apóstoles, Profetas
Dones Consolidantes de la Iglesia: Evangelistas, Pastores Maestros
Dones Corporativos a la Iglesia: a los santos, para la edificación del Cuerpo
 
Debemos leer los 4 párrafos bíblicos donde se mencionan los dones:
        • Romanos 12:6-8 (7 dones)
        • 1 Corintios 12:6-10, 28-30 (13 dones)
        • 1 Pedro 4:11  (2 dones)
        • Efesios 4:11  (4 dones)
 
Son 18 dones en total, dado que algunos se repiten en las diferentes listas.
Veamos estos dones, según el orden en que aparecen en los listados, comenzando por la lista de Efesios 4.
 
1.     Apóstol
Ef. 4:11; 1 Co.12:28, Ef. 2:19-22
La palabra Apóstol significa enviado, y fue un título y un don dado a unos pocos hombres que pusieron el fundamento de la fe del Nuevo Testamento.  Mt.10:1-2; Hch.1; Hch.14:14. 
 
Como Enviados del Señor llevaban Su autoridad delegada y señales que les acreditaban como tales. (1 Cor.9:1-3; 2 Cor.12:12). Eran testigos de la resurrección del Señor (Hch.1:15-26), y en aquellos primeros tiempos los creyentes “perseveraban en la doctrina de los Apóstoles” (Hch.2:42), y fueron edificados sobre el fundamento de los Apóstoles y profetas (Ef.2:20).
 
Hay por lo menos 15 hombres que se los designa como Apóstoles en el texto bíblico, los primeros 12, Matías (Hechos 1:26, 2:14, 6:2, 1 Corintios 15:5), y Pablo y Bernabé en Hechos 14:14. Y 2 más parece sugerirlo la Escritura en 1 Tes.2:6.
 
Pero luego surgieron los falsos apóstoles (2 Cor.11:13-15; Ap.2:2) y aquellos que decían serlo pero no lo eran, sino que eran mentirosos.
 
Por favor no acepte nuevos apóstoles.  La función de los verdaderos Apóstoles ya fue cumplida y su misión completada. Hoy debemos creer en el fundamento doctrinal de aquellos verdaderos y únicos Apóstoles del Señor Jesucristo.
 
2.     Profeta
Ro. 12:6; 1 Co. 12;10; Ef. 4:11
Hombres y mujeres dotados para anunciar la Palabra de Dios antes de que fuese escrito el Nuevo Testamento.  Tenían revelación directa de parte de Dios, profética, doctrinal y práctica, para la iglesia en su etapa de fundamentación.  Hch. 11:27-28 (Agabo); Hch. 13:1 (profetas y maestros en la iglesia en Antioquía); Hch. 21:9 (hijas de Felipe); Hch.21:10-11(Agabo) y 1 Co. 14.
 
Cuando los Apóstoles y unos pocos colaboradores fueron escribiendo el Nuevo Testamento, fue cesando la capacidad y la actividad del profeta. En 1 Cor.13:8-10 Pablo anunciaba que las profecías se acabarían, cuando viniese lo perfecto lo que era en parte se acabaría.
 
3.     Evangelista
Habilidad y capacidad de proclamar el evangelio con claridad y persuasión (Ef. 4:11; Hch.8 y 21:8 Felipe) de manera que se obtiene fruto en almas convertidas.
 
El evangelista piensa en los perdidos, ora por ellos, estudia cómo alcanzarlos y además entrena y anima a otros creyentes a hacer lo mismo.
 
4.     Pastor-Maestro
Habilidad de pastorear al pueblo de Dios por medio de la exposición y aplicación de la Palabra de Dios.  Alimenta, cuida, guía y protege a su rebaño, fundamentalmente por la exposición de las Escrituras. (Ef. 4:11)  En Hch. 20:28, está vinculado a pastorear y gobernar.
 
Es un hombre que tiene pasión por el estudio de la Palabra de Dios, la exposición bíblica y la aplicación correcta de la Palabra de Dios en las vidas (Hch.13:1-2).
 
  1. Enseñanza
Ro. 12:7; 1 Co.12:28.  Capacidad y habilidad de discernir y explicar claramente las Escrituras.  El creyente que tiene este don, estudia, discierne y expone ordenadamente, en forma sencilla y completa, toda la Palabra de Dios.  Tiene pasión por estudiar y por comunicar todo el consejo de Dios, todos los libros, todas las doctrinas, todos los temas.  (1Tim.4:13-16; 1 Tim.5:17).
 
6.     Ayudar o Servir (o ministrar)
Ro. 12:7; 1 Co. 12:28
Ayuda, sirve, apoya sin desear ser líder o dar órdenes.  No anhela el primer lugar sino la oportunidad de brindar servicio y apoyo práctico.
Leer Éxodo 35:30-35.
 
7.     Presidir  (administrar)
Ro.12:8; 1 Co. 12:28
Capacidad de gobernar, impulsar sanamente actividades y proyectos, planificar y lograr metas y proyectos.
 
8.     Exhortación
Ro. 12:8.  (Paraklesis)  Llamado al lado para acompañar con la capacidad espiritual de corregir, amonestar y motivar personas, en amor.
 
  1.    Repartir
Ro. 12:8.  Liberalidad y gozo en compartir con otros para suplir necesidades.  Dinero, alimentos, medicamentos, ropas, libros, grabaciones.  Tiene generosidad para edificar y suplir necesidades de otros.
 
  1.    Misericordia
Ro. 12:8.  Socorrer con desinterés a necesitados, enfermos y afligidos.  Capacidad de sentir compasión y auxiliar al necesitado, aliviar al que está en un serio problema, con una actitud gozosa.  El buen Samaritano.
 
  1.    Sabiduría
1 Co. 12:8.  Habilidad para enseñar y aconsejar en cuestiones prácticas de la vida.  Percepción para aplicar la verdad bíblica a situaciones específicas de la vida cotidiana.
 
Habilidad para el Aconsejamiento Bíblico. Perspicacia que tuvo el Señor para desenredar planteos complicados de la vida en forma sencilla y precisa.
 
  1.    Ciencia y Conocimiento
1 Co. 12:8.  Capacidad para desplegar diferentes formas de apología de la fe bíblica.  Puede ser en el campo de la Bibliología, o Creacionismo, o Sectarismo, Profecías bíblicas, etc. 
Es la capacidad de hombres como
Josh McDowell, www.josh.org
Científicos Creacionistas en: www.respuestasengenesis.org
 
  1.    Fe
1 Co. 12:9.  Capacidad especial para esperar intervenciones especiales de Dios frente a obstáculos enormes, y/o levantar proyectos o programas aparentemente imposibles.
 
  1.    Sanidades
1 Co. 12:9, 28, 30.  Facultad personal de dar curación inmediata y completa a los afligidos por diferentes enfermedades físicas.
Lo vemos en el Señor en los 4 Evangelios.  Luego lo vemos en los Apóstoles (Pedro en Hch.3:6, Hch.5:14-16; Pablo en Hch.19:11), y finalmente en algunos creyentes de algunas iglesias en los primeros tiempos (1 Cor.12:28).
Aclaremos que años después, establecidas las doctrinas y las iglesias, la capacidad personal de sanar cesó (Fil. 2:25-27, 2 Tim.4:20).
 
  1.    Milagros
1 Co. 12:28.  Facultad personal y sobrenatural de ejecutar obras que van más allá de lo que se espera naturalmente.  Hch.14:3; Hch.14:11.
 
Esta capacidad también cesó al mismo tiempo y por las mismas causas que el don de sanar.
 
  1.    Discernimiento de Espíritus
1 Co. 12:10.  Sensibilidad espiritual para distinguir entre fuentes genuinas y fuentes falsas de revelación de Dios, cuando aún no se había escrito el Nuevo Testamento, y la enseñanza se basaba en profecía oral.
 
Hoy tenemos todo el texto de la Palabra de Dios y debemos identificar a los falsos maestros a partir de la enseñanza bíblica, y especialmente por la descripción de los falsos maestros que nos brindan el capítulo 2 de 2 Pedro, y la breve epístola de Judas.
 
  1.    Lenguas = Idiomas
1 Co.12:10.  Capacidad comunicada instantáneamente por el Espíritu de Dios a un creyente, para hablar el mensaje de Dios en otro idioma que previamente desconocía.  Señal especial para los judíos y los de afuera de la iglesia (Hch.2, 1 Cor.14:19-22).
 
Este don fue cesando al culminar sus “propósitos” (1 Cor.13:8).
 
No se debe confundir con hacer ruidos raros con la boca, o con un balbuceo incomprensible.
 
No se debe imitar ni tratar de aprender, pues fue espontáneo y eran idiomas (1 Co.14:10)
 
  1.    Interpretación de Lenguas = Idiomas
1 Co. 12:10.  Capacidad de traducir al idioma que la mayoría de los presentes conocía, el mensaje que se entregaba en idioma desconocido.
Insistimos que lo que se hablaba eran “idiomas”.  La interpretación o “traducción” fue indispensable en Corinto, pero no se necesitó traductores en Hechos 2, pues allí los judíos de otras provincias que habían llegado para la fiesta en Jerusalén les oían y “entendían” hablar en sus propios idiomas de donde procedían.
            
Los dones que se identifican como de “señales”, acompañaron y confirmaron la Palabra al principio (Marcos 16:14-20 y Hebreos 2:1-4) por operación especial del Espíritu Santo.  Cuando los Apóstoles y profetas pusieron el fundamento de la fe, esos dones dejaron de estar operativos (2 Tim.4:20, 1 Corintios 13).
 
Dios nos hizo Nuevas Criaturas en Cristo y nos dotó con capacidades espirituales, a fin de que pudiésemos desarrollar buenas obras que él ha preparado de antemano.  Descubrir esas capacidades y desarrollarlas, nos inducirá e involucrará en su buena voluntad, agradable y perfecta, para cada uno de nosotros.  Por eso es tan importante entender el despliegue de los dones, descubrir cual o cuales Dios nos ha concedido y buscar la manera de desarrollarnos en ese campo.  Esa carrera nos traerá gozo y frutos eternos.
 
Todo ese proceso está vinculado a la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. Nos dio dones como Él quiso, 1 Corintios 12:7-11, para las buenas obras que tiene preparadas de antemano. En ese campo de acción nos guía, desarrolla y utiliza.
 
  1. Diversas funciones y obras del Espíritu Santo en nosotros.
 
Morada.
Con base en la promesa del Señor y la Palabra del Señor, asumimos que:
            El Espíritu Santo está con nosotros para siempre (Juan 14:16)
Somos Templo de Dios y el Espíritu de Dios mora en nosotros (1 Corintios 3:16)
Nuestro cuerpo es Templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19)
La presencia del Espíritu de Dios en nosotros es garantía de seguridad absoluta de salvación, y de protección contra todas las huestes espirituales de maldad.
 
Sello.
El Espíritu Santo es el Sello de Dios en nuestra vida que nos da seguridad para siempre. 2 Corintios 1:21-22 – Efesios1:13-14 – Efesios 4:30.  Ese Sello, que es su misma Persona, su misma Presencia, es una marca de Autenticidad, de Pertenencia y de Seguridad. Dios nos ha honrado con su presencia y eso nos da un sentido de dignidad incomparable, como así también un privilegiado sentido de pertenencia. Pertenecemos a Dios para siempre.
 
Ahora debemos tener en cuenta al Espíritu Santo en nuestras vidas (Efesios 4:30-32). Por un lado, para no agraviarle o entristecerle, por otro, para aprovechar su amable y poderosa ayuda para cambiar nuestras vidas.  El se ha dispuesto, con toda paciencia y amabilidad, para habitar en nosotros y ayudarnos.  Pero no nos forzará con su poder para cambiarnos, sino que con admirable prudencia y respeto espera nuestras determinaciones y nuestra perseverancia.
 

¿Tienes en cuenta la mansa y poderosa presencia del Espíritu Santo en tu vida?

Aceite (recordando el aceite de la unción)

Agua (Roca en el desierto de la que brotó agua. Juan 4 y 7) Ríos de agua viva en nuestro interior.

Fuego (lenguas repartidas como de fuego)

Paloma (en el bautismo del Señor Jesús)

Llenura – Efesios 5:18-21
La llenura del Espíritu tiene que ver con su plenitud operando en los creyentes y con el control que Él tenga sobre nuestras vidas.
 
En principio es la acción de Dios tomando una persona para llevar adelante un propósito especial: Juan el Bautista, Elisabet, Zacarías (Lucas 1:15, 41, 67), los 120 (Hechos 2:4), Pedro (4:8), Pablo (9:17) y Pablo nuevamente (13:9).  Conste que estas personas eran personas de profunda oración, dependencia en Dios y entrega a Dios.
 
Esta llenura puede ser experimentada por la misma persona más de una vez e incluso sin haber sido interrumpida por pecado alguno, sino más bien a causa de una nueva necesidad de servicio especial.
 
En Efesios 5:18 Pablo nos manda ser llenos del Espíritu, una plenitud de poder y de carácter del Espíritu de Dios en nuestras vidas. Esto se relaciona y se hace efectivo con la sumisión del creyente a la voluntad del Espíritu. También la llenura del Espíritu está relacionada con la llenura de la Palabra, no puede una persona estar llena del Espíritu y tener otro discurso, otras convicciones u opiniones.
 
¿Gobierna el Espíritu de Dios en tu vida? Eso depende de una determinación diaria del creyente de cederle el control y el gobierno de su vida, en cada aspecto o circunstancia del diario vivir. La morada del Espíritu Santo en la vida del creyente puede pasar inadvertida por las demás personas en este mundo, mientras que la llenura manifiesta la gobernabilidad y la fructificación del Espíritu. Somos Templo, somos Morada del Espíritu y eso no necesita exhortación, a no ser que se nos exhorta a ser santos y mantener en santidad ese Templo. Pero somos exhortados a ser llenos del Espíritu, y eso es decisión personal, es darle a cada momento, en oración, el gobierno de nuestras vidas al Espíritu. ¡Sed llenos del Espíritu Santo!
 
Se contrista
Efesios 4:30-32.  El Espíritu se entristece o contrista ante el vivir pecaminoso del creyente. Esa tristeza debe ser una inmediata luz de alarma en la conciencia del creyente, que lo lleve al arrepentimiento y a la confesión; a un cambio en su conducta, como lo reclama el texto de Efesios 4:30-32.
 
No obstante, el ser humano puede resistir al Espíritu Santo, el ser humano puede oponerse al Espíritu (Hechos 7:51).
 
El ser humano puede llegar hasta a hacer afrenta al Espíritu de Gracia (Hebreos 10:29).
 
Mantengamos esa sensibilidad ante su santa presencia en nosotros.
 
Nos ayuda e Intercede por nosotros
Romanos 8:26-28
            Nosotros no sabemos qué pedir convenientemente
            El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad
            El Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles
Conforme a la voluntad de Dios intercede
Para que pidamos y hagamos la voluntad de Dios
                  
Nos guía
Romanos 8:14-17. Los hijos de Dios somos guiados por el Espíritu de Dios, y eso nos liberta del temor. El hijo de Dios nunca necesita caminar en la oscuridad, siempre tiene la libertad de pedir y recibir direcciones del mismo Espíritu de Dios.
Los guiados por el Espíritu no están bajo la Ley, pues su espiritualidad está más allá de las demandas de la Ley y la cumplen sobradamente (Gálatas 5:18).
 
Fructifica
Manifiestas son las obras de la carne: Gálatas 5:19-21
El fruto del Espíritu son virtudes que sobrenaturalmente Él produce (Gálatas 5:22-23).
Amor, gozo, paz, tienen que ver con mi relación con Dios.
Paciencia, benignidad, bondad, tienen que ver con mi relación con el prójimo.
Fe, mansedumbre y templanza, tienen que ver conmigo mismo.
Son 9 tajadas de un mismo fruto. Y para lograr un fruto maduro se necesita el milagro de la vida en la semilla y crecimiento, nutrientes, sol, tiempo.
 
Es el verdadero y eficaz “Parakleto”
Esta palabra griega siempre hacía referencia a alguien enviado para ayudar en algo y prestar determinado servicio. Esencialmente, el Espíritu Santo es el ayudador de los creyentes en Cristo, los hijos de Dios. Nos asiste a fin de hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas.
 
En la Septuaginta, “parakletos” tiene un gran trasfondo de esa clase de confortación y consolación que, a pesar del infortunio, mantiene a un hombre a pie firme; alguien que por sí sólo, se hubiera derrumbado.  Es la confortación que habilita a un hombre para pasar el punto del quebrantamiento sin desplomarse.
 
La palabra “parakletos”, según William Barclay, cuenta con un amplio trasfondo en la ley griega. El parakletos era el amigo del reo, el abogado defensor, el hombre que daba testimonio del carácter de su amigo, cuando este lo necesitaba más y cuando otros querían condenarlo. El Espíritu Santo es nuestro parakleto aquí y ahora. El Señor Jesucristo es nuestro parakleto, en este momento también, pero delante del Padre.
 
“Parakalein” es la palabra de exhortación a los hombres para que realicen obras nobles y cultiven pensamientos elevados. Especialmente es la palabra para infundir coraje en la batalla. El paracleto, el Espíritu Santo, es el que nos alienta para hacer frente a las fuerzas enemigas, para combatir la buena batalla de la fe.
 
El Espíritu Santo y la Obra misionera
Hechos 13:2 – Dijo el Espíritu Santo
            Ministrando estos al Señor
            Ayunando
            Habló el Espíritu Santo – dijo – con voz audible
            Apártenme a Bernabé y Saulo
            Para la obra a la que (Yo) los he llamado
 
Hechos 13:4 – enviados por el Espíritu Santo
            La Iglesia y los ancianos oraron
            Les impusieron las manos públicamente
            Los despidieron
            Enviados por el Espíritu Santo
Predicaban la Palabra de Dios
 
Hechos 15:28 – Le ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros
 
Hechos 16:6-7 – La guía del Espíritu Santo en el avance de la Predicación
            Les fue prohibido por el Espíritu Santo
            Hablar la Palabra
En Asia (en Asia y en aquel momento). Tiempo después, en Hechos 19 Pablo hizo una gran obra en Éfeso (Asia)
El Espíritu no les permitió ir a Bitinia – por entonces – Tiempo después 1 Pedro 1:1 menciona a creyentes en Bitinia, y parece que eran judíos.
Concluimos que el Espíritu Santo tiene sus tiempos para llevar a las personas la Palabra. Nosotros debemos cumplir nuestra parte. Ellos intentaron, el Espíritu les guió. El tiempo y el modo del Espíritu de Dios es el mejor, produce grandes frutos.
 
Hechos 20:22-23 – El Espíritu Santo le daba testimonio a Pablo, en lo interno y en lo externo, que por todos lados le esperaban prisiones y tribulaciones.
 
El Espíritu Santo es el “otro” Paracleto, de la misma esencia que el Señor, que nos envía a predicar, que impulsa la obra misionera, y nos advierte que en el mundo tendremos aflicción, de igual manera como lo hizo el Señor. Así que adelante con los emprendimientos según la voluntad de Dios, y busquemos y esperemos la guía y presencia del Espíritu Santo. En medio de aflicciones y desafíos, el Espíritu de Dios nos envía, nos guía y nos fortalece.
 
El Espíritu Santo, los Pastores y las Iglesias
 
Hechos 20:28 – el Espíritu Santo os ha puesto por obispos
            Pastores: mirad por vosotros mismos
            Mirad por el rebaño
            El Espíritu Santo los puso por obispos
            Para apacentar
La iglesia del Dios
La cual Él ganó por su propia sangre
La Palabra de su gracia tiene poder para sobreedificarles – vs.32 –
 
Hechos 9:31. El Espíritu Santo fortalece a las Iglesias locales
            Las iglesias tenían paz
            Eran edificadas
            Andaban en el temor del Señor
            Se acrecentaban
            Fortalecidas por el Espíritu Santo.
 
 
Raúl Ferrero
 
Ministerio Radial Semillas Al Aire

5 comentarios en “Estudio del Espíritu Santo (Raul Ferrero)

  1. Doy gracias a Nuestro Señor Jesucristo por estudios bíblicos como este, el cual nos da una claridad meridiana sobre La persona Gloriosa y Santa del Espíritu Santo, el cual nos llena de su conocimiento para nuestro propio provecho, como también para compartir con otros, justo en estos días donde hay tanto desconocimiento y especulación y arbitrariedades acerca de este tema….¡GRACIAS maestro Raul Ferrero!!! y que El Señor te siga usando.

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